Siempre me gusto fantasear con la realidad, crear historias paralelas donde el protagonista era yo, en una realidad hecha a mi antojo, a mi manera, con todas las piezas exactas de un rompecabezas infinito llamado vida. Poco a poco uno se da cuenta que la vida real es diferente, que no puedes pasar mucho tiempo soñando despierto. Que la vida no esta hecha a la medida de ninguno y que es uno mismo el que tiene que adaptarse y serpentear con éxito todos los avatares que la vida te pone enfrente. Y así con el tiempo las mentiras se hacen parte cotidiana de la vida de muchas personas. Mentiras sin mala intención, mentiras con ningún afán de dañar a nadie. El único motivo es darle la terminación necesaria a cada momento, es redondear la idea de lo que seria una situación perfecta. Es completar las buenas cosas que nunca pudiste terminar de hacer.
Hasta ahí no hay nada que lamentar, definitivamente no es bueno mentir, pero mientras sea útil y no le haga daño a nadie todo esta bien (o al menos mejor o menos mal :S ). El problema surge cuando se te escapa de las manos. Cuando toma fuerza y vida propia. Cuando la mentira te domina y te arrastra, cuando trae mas mentiras como consecuencia. Uno se vuelve adicto a mentir, a buscar la situación perfecta así esta no sea real. El mayor inconveniente es cuando la mentira crea cierta felicidad efímera, una felicidad de cristal, tan bonita a los ojos pero tan frágil al tacto. Una felicidad débil, insostenible, irreal, una felicidad innecesaria, inmerecida.
Confieso que he mentido en bastantes ocasiones. He mentido para causar una mejor primera impresión. He mentido para salir airoso de problemas menores. He mentido para cubrir ciertos errores. He mentido para robarle una sonrisa a quien se la merezca. He mentido para dilatar el tiempo y convertir una mentira en verdad.
Mucha gente cree que no hay mentira perfecta. No lo creo o al menos no estoy del todo seguro. Por experiencia propia podría concluir que si existe la mentira perfecta. Es aquella que no le hizo daño a nadie, es mas causo cierta alegría efímera, evitó dolores innecesarios y a través del tiempo (varios años) nunca fue descubierta.
SOS
Hasta ahí no hay nada que lamentar, definitivamente no es bueno mentir, pero mientras sea útil y no le haga daño a nadie todo esta bien (o al menos mejor o menos mal :S ). El problema surge cuando se te escapa de las manos. Cuando toma fuerza y vida propia. Cuando la mentira te domina y te arrastra, cuando trae mas mentiras como consecuencia. Uno se vuelve adicto a mentir, a buscar la situación perfecta así esta no sea real. El mayor inconveniente es cuando la mentira crea cierta felicidad efímera, una felicidad de cristal, tan bonita a los ojos pero tan frágil al tacto. Una felicidad débil, insostenible, irreal, una felicidad innecesaria, inmerecida.
Confieso que he mentido en bastantes ocasiones. He mentido para causar una mejor primera impresión. He mentido para salir airoso de problemas menores. He mentido para cubrir ciertos errores. He mentido para robarle una sonrisa a quien se la merezca. He mentido para dilatar el tiempo y convertir una mentira en verdad.
Mucha gente cree que no hay mentira perfecta. No lo creo o al menos no estoy del todo seguro. Por experiencia propia podría concluir que si existe la mentira perfecta. Es aquella que no le hizo daño a nadie, es mas causo cierta alegría efímera, evitó dolores innecesarios y a través del tiempo (varios años) nunca fue descubierta.
SOS
