Mi abuela es la madre por excelencia dentro de mi familia. Como es costumbre, la abuela representa el pilar de la familia, el emblema básico del centro familiar. Hoy mas que nunca ella acapara la atención general de la familia.
Desde hace un tiempo atrás mi abuela con sus mas de 80 años, ya tiene a la vida y todos sus años encima. El tiempo vivido y las energías desplegadas ya le pasaron la factura.
Sus momentos de lucidez cada vez son mas escasos y mas breves. No reconoce a la gente que esta a su alrededor o las relaciona con personas que formaron parte de su pasado. Así cree que sus nietas son sus hijas, que sus hijas son sus hermanas o tías y que los demás somos extraños que la visitamos de vez en mes.
Las crisis nerviosas se hicieron mas comunes, como el esfuerzo por seguir cumpliendo sus labores cada vez era mayor y su integridad corría mas peligro. Peligro de que se cayera por las escaleras, que se quemara en la cocina o se lastimara por querer atender a una de sus nietas.
Hace un mes mi abuela vive en una clínica geriatría especializada (una casa de reposo con atención y cuidados médicos las 24 horas al día) y las reacciones en la familia fueron múltiples. Hay quienes aprobaron la decisión de los hijos por darle a su madre lo que ellos no podían (atención y cuidado especializado), pero hay quienes, sin ánimos de interferir ni molestar, les pareció la salida mas fácil de los hijos para ya no preocuparse de su anciana madre.
Esta acusación es bastante injusta ya que la situación de mi abuela (mental y física) se estaba deteriorando rápidamente, habían ocasiones que era imposible atender una de sus crisis nerviosas. La demencia senil ya le había ganado la batalla. Sus hijas no están en la capacidad de poder atenderla profesionalmente así como el cuidado diario era bastante comprometedor. Todos sus hijos tiene sus propias familias las cuales también merecen ser atendidas. Y mi abuelo (su esposo de mas de 50 años), con toda su bondad y buena fe, es una preocupación mas dentro de la familia.
Ayer mi abuela salió de la clínica para pasar el día de la madre en la que aún es su casa (así no la identifique), con la que siempre será su familia (así ella no nos recuerde) y recibir todo el amor que tenemos para darle (así ella no tengo la capacidad para reconocerlo).
Feliz día abuelita
Te deseamos toda la familia Ortega
Desde hace un tiempo atrás mi abuela con sus mas de 80 años, ya tiene a la vida y todos sus años encima. El tiempo vivido y las energías desplegadas ya le pasaron la factura.
Sus momentos de lucidez cada vez son mas escasos y mas breves. No reconoce a la gente que esta a su alrededor o las relaciona con personas que formaron parte de su pasado. Así cree que sus nietas son sus hijas, que sus hijas son sus hermanas o tías y que los demás somos extraños que la visitamos de vez en mes.
Las crisis nerviosas se hicieron mas comunes, como el esfuerzo por seguir cumpliendo sus labores cada vez era mayor y su integridad corría mas peligro. Peligro de que se cayera por las escaleras, que se quemara en la cocina o se lastimara por querer atender a una de sus nietas.
Hace un mes mi abuela vive en una clínica geriatría especializada (una casa de reposo con atención y cuidados médicos las 24 horas al día) y las reacciones en la familia fueron múltiples. Hay quienes aprobaron la decisión de los hijos por darle a su madre lo que ellos no podían (atención y cuidado especializado), pero hay quienes, sin ánimos de interferir ni molestar, les pareció la salida mas fácil de los hijos para ya no preocuparse de su anciana madre.
Esta acusación es bastante injusta ya que la situación de mi abuela (mental y física) se estaba deteriorando rápidamente, habían ocasiones que era imposible atender una de sus crisis nerviosas. La demencia senil ya le había ganado la batalla. Sus hijas no están en la capacidad de poder atenderla profesionalmente así como el cuidado diario era bastante comprometedor. Todos sus hijos tiene sus propias familias las cuales también merecen ser atendidas. Y mi abuelo (su esposo de mas de 50 años), con toda su bondad y buena fe, es una preocupación mas dentro de la familia.
Ayer mi abuela salió de la clínica para pasar el día de la madre en la que aún es su casa (así no la identifique), con la que siempre será su familia (así ella no nos recuerde) y recibir todo el amor que tenemos para darle (así ella no tengo la capacidad para reconocerlo).
Feliz día abuelita
Te deseamos toda la familia Ortega
