Sunday, September 9, 2007

El Día que me Vaya

Cada día que pasa es un día menos que me queda por vivir en mi casa. Estoy en los preparativos finales para lograr mi deseada independencia y poco a poco la incertidumbre de cómo será el futuro va creciendo. Poco a poco los nervios van aumentando y así con ella también la melancolía y la tristeza de dejar todos los recuerdos y toda una vida atrás para seguir adelante con el ciclo de la vida.

Definitivamente hay muchas cosas que voy a extrañar, desde las mas banales como el trato preferencial que recibo por parte de las dos chicas que dedicadamente trabajan día a día en las labores caseras hasta días como hoy. Extrañar un domingo como hoy, donde toda la familia se reúne desde temprano en cocina para desayunar, para conversar para sonreír, días como hoy donde planeamos juntos el menú del día, cada uno dice que es lo que quisiera comer y mi padre dedicadamente se encarga de complacer. Días como hoy donde todos nos juntamos alrededor de una mesa para almorzar y compartir juntos, días donde mi madre reniega por todo el desorden que mi padre dejo en la cocina, donde mi padre molesta a mi hermano por no querer comer todo lo que prepara, días como hoy donde mas que nunca puedo bromear con ellos, puedo molestar a mi hermana y recibir sus golpes por su falta de paciencia.

Así también voy a extrañar mi habitación, donde la magia suele ocurrir, mi refugio privado, mi espacio y mi tiempo. Es el lugar donde soy completamente feliz, mi habitación se convirtió en mi propia burbuja, en mi maquina de tiempo donde puedo pasar horas sin ser interrumpido, puedo leer y escribir sin que nadie moleste, puedo encerrarme y olvidarme que hay algo afuera de esa puerta.

Voy a extrañar a mi perro, fiel amigo y compañero. Incondicional a la hora de hacerte compañía, siempre mirándote con esos ojos tristes y los cachetes caídos, siempre dispuesto a moverte la cola por unas palabras de cariño y un poco de afecto.

Dejar a mis papas y hermanos tras 24 años juntos es un poco doloroso, con ellos he pasado grandes momentos, viajes, celebraciones y un largísimo etc. Me acuerdo cuando compartía habitación con mi hermano mayor, llego un punto que lo odié, no aguantaba sus hábitos, su desorden, sus olores, sus gustos. Llegue al punto de agarrar mi cama y moverla al cuarto de depósito para hacer de ese pequeño espacio mi nueva habitación. Al comienzo era imposible dormir ahí porque no tenia ni cortinas y como era el cuarto que tenia salida a las escaleras de servicio todo el mundo pasaba encima mío para poder usarlas. Así también mis cosas compartían espacios con la maquina de ejercicios y las herramientas, fue un desastre, pero aún así era mió. Tanta pena le di a mi papá que techaron parte del patio interior de la casa y construyeron un cuarto para mí (donde estoy ahora).

Dejar mi casa es parte del ciclo natural que quiero afrontar, es parte de mi propio crecer y madurar, es dejar todas la facilidades que te pueden brindar por buscar tu propio destino. He decidido irme de mi casa porque creo que a estas alturas de mi vida es necesario, muchos me dicen que es una locura dejar todo lo que tengo y todo lo que mis padres me dan por un simple capricho pero no es así, yo creo que es algo mas importante pero que definitivamente me va a costar mucho pero estoy dispuesto a asumirlo y mientras tanto seguiré sufriendo con la melancolía hasta el día que me vaya.